lunes, 18 de enero de 2021

Herramienta de seguimiento para evaluación cognitiva

En recursos de Rehabilitación Psicosocial una de las áreas de trabajo más frecuentes es la Estimulación Cognitiva ya que en las últimas décadas numerosos estudios evidencian que "los trastornos en la atención, la memoria, la velocidad de procesamiento y la resolución de problemas son los déficits cognitivos que se encuentran más frecuentemente en pacientes con patología psiquiátrica (Bowie et al., 2008)”

La idea central es clara: se necesitan actividades que entrenen las capacidades cognitivas. Para ello existen multitud de manuales, cuadernos y fichas que se utilizan a diario para este tipo de trabajo. También se pueden entrenar estas capacidades mediante actividades que favorezcan su estímulo. La metodología en este caso no importa tanto, ya que cada recurso y cada profesional elegirán la que pueda llevar a cabo o considere más efectiva. Por ejemplo, Terapeutas Ocupacionales pueden diseñar actividades que no requieran de fichas de trabajo prediseñadas y usar la actividad como medio de entrenamiento de las capacidades cognitivas. Para ello se deben establecer los objetivos generales y específicos u operativos al respecto.

Estos objetivos suelen aparecer descritos tanto en los informes de PIR como en los programas de las actividades o talleres. En todo caso, son objetivos que requieren de seguimiento y de evaluación.

Es sencillo organizar actividades y tareas de trabajo, pero a la hora de realizar seguimiento no siempre lo es, ya que las conclusiones del profesional habitualmente se realizan en base a datos muy generales o a percepciones individuales sobre el trabajo y la evolución de la persona. En el caso de utilizar fichas prediseñadas se asume que hay unos resultados correctos o no, y la tendencia es a evaluar si "está bien" o "está mal", en general, y sin valorar múltiples factores como el estado de ánimo o cognitivo de la persona en el momento de la realización, el sesgo de las propias fichas, el uso de estándares que no son propios de la cultura de la persona, el grado de motivación de la persona al realizar la actividad, etc.

El presente artículo presenta una tabla como herramienta de elaboración propia para ordenar el seguimiento acerca del trabajo realizado en un determinado periodo, y ayuda a buscar la mayor objetividad posible a la hora de evaluar, para huir de generalidades o sesgos en la interpretación de resultados.

En primer lugar, es fundamental determinar qué capacidades cognitivas se van a evaluar. A este respecto existe una amplia discusión bibliográfica, ya que existen numerosas clasificaciones de las capacidades cognitivas generales, términos que pueden resultar similares, descripción de capacidades generales (Memoria, en general) o específicas (Memoria Procedimental, Memoria a Corto Plazo, etc.) y diferentes concepciones de dichas capacidades. Por esto es primordial determinar exactamente qué capacidades cognitivas se van a entrenar y describirlas.

Para ilustrarlo, el siguiente cuadro representa la denominación de las funciones cognitivas que corresponden a varias fuentes consultadas en Internet. Como se puede observar, cada fuente describe una serie de funciones; a veces coinciden algunas, son denominadas o categorizadas de forma diferente, se agrupan de distintas formas, etc. 

FUNCIONES COGNITIVAS

A

B

C

D

E

F

Aprendizaje

X

 

 

X

 

 

Atención

X

X

X

X

X

X

Cálculo

X

 

 

 

 

X

Cognición social

 

X

 

 

 

 

Comprensión

 

 

X

 

 

 

Funciones ejecutivas

 

X

 

 

 

X

Funciones superiores

 

 

 

 

X

 

Gnosias

 

X

 

 

 

 

Habilidades visoespaciales

 

X

 

 

 

 

Lenguaje

X

X

X

 

X

X

Memoria

 

X

X

X

X

X

Memoria de trabajo

 

 

 

 

X

 

Orientación

 

X

X

 

X

X

Percepción

X

 

X

X

X

X

Praxias

 

X

 

 

 

 

Razonamiento

 

 

 

X

 

 

Resolución de problemas

X

 

 

X

X

 

Sentimientos

 

 

 

X

 

 

Toma de decisiones

 

 

 

X

 

 

Velocidad de procesamiento

 

 

 

 

X

 

Fuentes:

Link

Link

Link

Link

Link

Link

A fin de cuentas, según la bibliografía que manejemos para realizar nuestro programa así determinaremos cuáles son las funciones cognitivas que vamos a trabajar. En cualquier caso, siempre que estén claramente definidas será válido. Para este artículo he utilizado varias fuentes bibliográficas, principalmente la plataforma NeuronUp (sin interés de publicitar, simplemente porque ofrece una web con información práctica y organizada), para establecer las siguientes funciones cognitivas:

  • Orientación
  • Memoria
  • Atención
  • Gnosias
  • Praxias
  • Lenguaje
  • Funciones ejecutivas
  • Cognición social
  • Cálculo

En la tabla de Excel aparecen 5 ejemplos de capacidades relacionadas con cada una de estas funciones cognitivas, que son las que se va a evaluar. La fórmula es: "Respecto a las funciones de atención (p.ej.), la persona es capaz de..." y lo realiza "siempre", "a veces" o "nunca".

Estos indicadores pueden especificarse. Por ejemplo: "Siempre" significa todas las veces; "A veces" significa que lo realiza ocasionalmente, lo realiza dependiendo de otros factores predominantes como cansancio, motivación, sintomatología presente, lo realiza de forma irregular, etc; y "Nunca" significa que no consigue realizarlo ninguna de las veces que se ha probado.

Para objetivarlo, se utiliza una escala tipo Likert en la que a cada indicador se le asigna un número, de modo que:

  • 2 = Siempre
  • 1 = A veces
  • 0 = Nunca

Además, a cada puntuación se le ha asignado un color:

  • Siempre – Verde.
  • A veces – Amarillo.
  • Nunca – Rojo

Es simplemente para tener una mejor comprensión visual a la hora de interpretar el cuadro.

Por último, cada área recoge el promedio de puntuación, por si es un dato de utilidad, incluso para comparar esa puntuación con la de otras personas evaluadas por si sirve de criterio para las derivaciones a los grupos de trabajo según niveles.

El resultado es el siguiente:

Una vez visto el modelo, veamos un ejemplo práctico:


Como se observa, se ha asignado una puntuación a una determinada tarea asociada a una función cognitiva en un momento dado.

Mi recomendación es que estas tareas se realicen en diversos momentos, en días diferentes o bien que se repitan a menudo, para valorar definitivamente si la capacidad se muestra siempre, a veces o nunca.

De este modo, al finalizar el periodo de evaluación obtendremos un resultado en forma de indicador algo más objetivo y neutral que el sesgo que puede producir nuestra propia percepción personal. En el trabajo con personas con enfermedad mental grave es frecuente observar sintomatología que impacta en estas funciones cognitivas, y es de rigor valorar si ese impacto es puntual, temporal, permanente, etc. y cómo se produce, para obtener así una mayor y mejor información sobre la evolución de la persona. Normalmente estas evaluaciones se comparten en equipo para que fundamentalmente los psicólogos puedan contrastar con las valoraciones que ellos suelen realizar, como por ejemplo: Escala de Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA), Mini-Mental State Examination (MMSE), Test de Barcelona, Escala de los Síndromes Positivo y Negativo (PANSS), Neurobehavioural Cognitive Status Examination (NCSE), Repeatable Battery for the Assesssment of Neuropsychological Status (RBANS), Screen for Cognitive Impairment in Psychiatry (SCIP), Functional Assesment Staging (FAST), etcétera.

Para obtener la planilla de Excel, descargar AQUÍ: 

Si hay algún problema o no se puede acceder o descargar, contactar en: jvtalavera@gmail.com

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