jueves, 21 de mayo de 2020

Influencia del distanciamiento social y el confinamiento en las situaciones de aislamiento social en personas con Enfermedad Mental Grave (EMG)


La  reciente situación de confinamiento ha expuesto a gran parte de la población a una experiencia no conocida para muchas personas: el distanciamiento social. Esta situación tiene consecuencias aun desconocidas, y no es prudente aventurarse a hacer conclusiones simples o genéricas, es decir, cabe pensar que el aislamiento puede tener graves consecuencias psicológicas en las personas; evidentemente esta circunstancia implica el no-contacto con nuestros seres queridos, muy en particular el no contacto físico (ni besos, ni abrazos, etc) con las consecuencias emocionales que esto pueda generar y que aun son desconocidas (especialmente tal vez respecto a los niños). Pero antes de deducir esto debemos matizar diferentes conceptos y situaciones que pueden ser útiles para investigar en este sentido, lo cual es el objetivo de este artículo, y cuyo interés nace de varios enlaces y noticias revisadas durante este tiempo. Ver: (noticia 1noticia 2, noticia 3, noticia 4)

Para empezar, los medios de comunicación y las autoridades hablan de “distanciamiento social”, pero este término alude específicamente al mantenimiento de una distancia física de seguridad, es decir, no acercarse a otras personas a menos de un metro para evitar contagios. De hecho el término es inexacto: “El distanciamiento físico o distanciamiento personal, erróneamente llamado distanciamiento social,​ es un conjunto de medidas no farmacéuticas de control de las infecciones, con el objetivo de detener o desacelerar la propagación de una enfermedad contagiosa”.

Por tanto, ¿es lo mismo distanciamiento físico, distanciamiento personal o distanciamiento social? Al parecer todos estos términos se refieren a lo mismo, por lo que podemos decir que sí pero, ¿se puede afirmar que la obligatoriedad del “distanciamiento social” implica necesariamente situaciones de aislamiento social? Es ahí donde surgen mis dudas.

“Vivir solo no implica forzosamente padecer aislamiento social ni soledad”. De hecho, puede considerarse también como un signo de autonomía. Además, hay personas que prefieren estar solas, por muchos motivos. Para valorar que existe aislamiento social “es fundamental valorar la calidad de las relaciones”, ya que “el verdadero aislamiento social es totalmente involuntario”. (1)

En el libro “Aislamiento y soledad” aparece el siguiente texto: “El término soledad (solitude) surge en el siglo XIII (año 1213) ligado a la situación de una persona que está sola de manera momentánea o durable y asociado al aislamiento, al estado de abandono y a la separación. No presenta de modo sistemático una connotación negativa (…) La palabra se vincula con situaciones conexas: aislamiento, retiro, estado de abandono, de separación en que el hombre se siente frente a Dios, a las conciencias humanas o a la sociedad.” (2)

Por tanto, vivir en soledad no es lo mismo que sentir soledad y tampoco necesariamente implica aislamiento social si es elegida libre y voluntariamente: “¿Son lo mismo vivir solo, el aislamiento social y la soledad? La soledad es sensación subjetiva de tener menos afecto y cercanía de lo deseado, sentirse menos valorado (…) Se suele considerar aislamiento social como la situación objetiva de tener mínimas contactos con otras personas” (1)

Y cabe puntualizar que una situación de confinamiento tampoco necesariamente implica aislamiento social, y lo demuestra el hecho de que hemos estado aislados físicamente, pero no incomunicados. Tal vez en otras épocas pasadas un confinamiento sí hubiese implicado necesariamente una incomunicación y por tanto un aislamiento, pero no en el mundo actual, donde las tecnologías de la comunicación consiguen que las limitaciones sean menores.

Llegados a este punto podemos comprobar fácilmente que hay diferentes matices en todos estos conceptos, de modo que para analizar la situación particular de una persona al respecto, es decir, la influencia del distanciamiento social y el confinamiento en las situaciones de aislamiento social en las personas, debemos valorar lo siguiente:
  • Vivir solo
  • Estar en situación de confinamiento
  • Mantener distanciamiento social
  • Estar en situación de incomunicación
  • Sufrir aislamiento social
  • Tener sentimientos de soledad
Esto significa que:
  • Probablemente estar en situación de confinamiento implica mantener distanciamiento social, aunque no necesariamente.
  • Una persona puede vivir sola, mantener distanciamiento social y estar en situación de confinamiento pero no estar incomunicada ni sufrir aislamiento social ni sensación de soledad.
  • Una persona puede vivir sola, mantener distanciamiento social y estar en situación de confinamiento e incluso estar incomunicada pero no sufrir aislamiento social ni sensación de soledad.
  • Puede que se cumplan todas las situaciones.
  • Pueden darse variaciones de estar situaciones.
La propuesta es que a la hora de analizar la situación se tengan en cuenta estos matices para describir con la mayor exactitud posible la situación estudiada, y es válido para toda la población en general.

¿Afecta de forma diferente a personas con enfermedad mental grave?

Hay personas que antes del confinamiento ya vivían solas, o ya se encontraban en situación de aislamiento social. ¿Cómo será el impacto en estas personas? Probablemente menos que en personas habituadas a un alto contacto social. A este respeto, en principio cabe pensar que el impacto de esta realidad afecta a todas las personas por igual, aunque en el caso particular de las personas con EMG tal vez hay que tener en cuenta que en muchos casos ya de antemano vivían situaciones de aislamiento social, debido a la presencia de estigma y rechazo social. Posiblemente incluso cabe pensar que muchas personas con EMG no han sufrido tanto impacto como otras personas, ya que se encuentran más habituados a esa situación. O incluso personas que ya antes vivían aisladas socialmente y han vivido esta situación de manera indiferente o pensando que tal vez ahora la sociedad que las ha rechazado en otras ocasiones puede entender mejor sus sentimientos de soledad e incluso empatizar. Puede que en algunas personas no haya cambiado nada o incluso haya sido ventajoso, en cierta parte debido a una posible mayor resiliencia.

Ahora es un excelente momento para hacer investigación ya que hay muchos cambios, variables que no estamos teniendo en cuenta, realidades desconocidas, efectos y cambios (en rutinas, el funcionamiento, el desempeño, etc.), tanto en población general como en el colectivo de personas con EMG. Será por tanto necesario buscar indicadores que nos ayuden a comprobar este impacto, tales como:
  • Vivir sola/o o en compañía: tipo de relaciones y calidad de las mismas. Cambios en la convivencia
  • Cambios en la clínica: aparición o desaparición de síntomas, descompensación, ingreso.
  • Efectos en la salud en general (comorbilidad con otras patologías asociadas y/o agravadas o remitidas durante el confinamiento)
  • Cambios de rutinas o estilos de vida.
  • Percepción personal
Y sobre todo es imprescindible mantener la perspectiva ANTES / DESPUÉS, fundamental para entender los posibles cambios producidos durante este tiempo.


GLOSARIO
  • Distanciamiento físico
  • Distanciamiento personal
  • Distanciamiento social
  • Confinamiento
  • Aislamiento social
  • Incomunicación
  • Soledad
  • Vivir solo
BIBLIOGRAFÍA:

(1) Joan Gené-Badia, Marina Ruiz-Sánchez, Núria Obiols-Masó, Laura Oliveras Puigc, Elena Lagarda Jiménez. Aislamiento social y soledad: ¿qué podemos hacer los equipos de atención primaria?. Rev. Atención Primaria. Ed.Elsevier [Internet]. 2016. Vol. 48. (9): 604-609. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-atencion-primaria-27-articulo-aislamiento-social-soledad-que-podemos-S0212656716301809

(2) Muchinik E, Seidmann,S.Aislamiento y soledad. Buenos Aires: Editorial Universitaria de Buenos Aires.2004. Disponible versión online en: https://kupdf.net/download/aislamiento-y-soledad_5afb3f82e2b6f5b37e17a7e6_pdf

Zorrilla Martín S. Recensión: entender el aislamiento social urbano entre los adultos: informando de enfoques basados en la ocupación. TOG (A Coruña) [revista en Internet]. 2018 (21 de mayo de 2020]; 15(27): 149-51. Disponible: http://revistatog.com/num27/pdfs/recension2.pdf