martes, 24 de marzo de 2009

Manejo del delirio

Hola.

He de pedir disculpas por la tardanza en mis publicaciones. Últimamente otras obligaciones me han apartado de este proyecto. Para no caer en el ostracismo, he aquí una nueva píldora:

En salud mental es habitual encontrarse con síntomas como el delirio. Cuando hablo de delirio me refiero en este caso a un síntoma psicótico (manifestado, por ejemplo, en esquizofrenias). En principio es difícil reconocer un delirio a no ser que éste sea demasiado extravagante. Además, puede confundirse con un comentario sarcástico o una idea ilusoria.

No es recomendable, una vez reconocido el delirio, contradecirlo o negarlo, porque básicamente suele ser inútil, y puede provocar un desconcierto mayor o enfado en el paciente. Tampoco es recomendable afirmarlo, puesto que alimentamos esa creencia irracional.

En mi experiencia, y aplicando lo que me han enseñado, quizá una de las mejores fórmulas es devolver a la persona a la realidad, es decir, al aquí y ahora. Por ejemplo, tras reconocer el delirio reaccionar de forma neutra, sin asentir o negar, simplemente ofreciendo datos de realidad como: "Bueno, a todo esto, ¿qué hora es?", "Alcánzame ese bolígrafo por favor", "¿Hace frío en la calle?" "¿Qué actividad toca ahora?" "Oye, por cierto, ¿leiste aquél libro...?"

De este modo la persona puede reengancharse al dato que le pedimos, "olvidando" el pensamiento invasor y centrando su atención en estímulos reales.

Para abordar esta creencia irracional será más productivo si la persona se encuentra en un estado de mayor lucidez, ya que inmerso en un pensamiento delirante poco se puede razonar o negociar. Suerte.