lunes, 1 de abril de 2019

Descanso y Sueño. Seguimiento.



Una de las funciones del Terapeuta Ocupacional en Salud Mental es la de realizar seguimiento de determinados parámetros de salud relacionados con las AVD, que pueden ser valiosos indicadores para describir el funcionamiento de la persona en un momento determinado. Algunos de esos parámetros pueden estar relacionados con la alimentación, la higiene, las rutinas o los tiempos de descanso y sueño.

“Descanso y sueño” es una de las áreas de ocupación de la AOTA, que lo define como actividades relacionadas con obtener el sueño y un descanso restaurador que apoye la participación activa en otras áreas de ocupación.

Cuando nos preguntan qué tal estamos durmiendo solemos generalizar con un “bien” o “mal”, pero realmente se puede describir mejor e incluso detectar qué factores están favoreciendo un sueño de calidad o no.

¿Qué significa dormir bien? Significa que el sueño es reparador, que al despertar tenemos sensación de descanso y de alivio, que el tiempo empleado en ese sueño lo consideramos satisfactorio, bien empleado, y que repercute en la energía con que afrontamos el día. No siempre es así, y a veces dormimos pero no sentimos esa calidad anteriormente explicada.

Además, tendemos a medir el sueño solamente de forma cuantitativa, es decir, el tiempo que empleamos en dormir, y erróneamente relacionamos dormir poco tiempo con dormir mal y dormir mucho tiempo con dormir bien, pero no siempre es así, por ejemplo: una persona puede dormir 8 horas recomendadas para un adulto, pero se ha despertado varias veces durante la noche, no podía respirar bien, ha tenido dolor de cabeza, unas contracturas en la espalda le han impedido tomar una postura cómoda o durante algunos momentos no ha podido controlar un pensamiento invasivo que le ha impedido relajarse. Esta persona ha dormido muchas horas pero cuando se levanta no se encuentra bien, ha tenido un sueño de mala calidad.

Otra persona, sin embargo, ha dormido solamente 4 horas, pero profundamente, y al levantarse se siente descansado muscularmente, sin dolores, despejado de mente y con ganas de volver a la actividad. Ha dormido poco pero es un sueño reparador.

Otra persona durmió pocas horas la noche anterior, y no especialmente de mala calidad, pero tiene sueño. Ha hecho una siesta de 30 minutos y al levantarse se encuentra aliviado y despejado, ha sido un sueño muy corto pero muy reparador.

Por tanto, hablar de la cantidad del sueño es insuficiente si no hablamos también de la calidad, en sentido cualitativo.

En Salud Mental es frecuente hablar de este tema. Se puede revisar la cantidad y calidad del sueño por algunas razones como detectar, en el día a día, alteraciones en el sueño que puedan ser indicadores de cambios en el ciclo del sueño, efecto de cambios en la medicación o la alimentación, presencia de sintomatología, insomnio, etc. Se considera información útil para los profesionales, ya que una mala higiene del sueño puede agravar la salud, tal vez especialmente en personas con enfermedades crónicas. Una atención individual que puede realizar el Terapeuta Ocupacional es preparar las visitas al médico o psiquiatra o bien los reconocimientos de Enfermería. ¿Cómo?

A parte de trabajar la conciencia del autocuidado, se pueden elaborar registros muy sencillos que ofrezcan una información clara de la evolución de la higiene del sueño.
  • Diario: en forma de seguimiento individual o de forma general en el encuentro, asamblea o reunión de la mañana.
  • Periódico: por ejemplo un registro sistemático semanal en talleres de hábitos saludables.
  • PIR: informe anual. Ofrece una descripción general del último periodo.



Por otra parte, con frecuencia hay personas que no saben describir con exactitud ni cuánto duermen ni cómo duermen.

Para cualquier persona o grupo, y especialmente para grupos terapéuticos de personas con enfermedad mental grave y crónica, algunas de edad más avanzada y a veces con dificultades para la comunicación, un sencillo modo de plantearlo es:


Las posibles respuestas son:

MUCHO y BIEN
POCO pero BIEN
MUCHO pero MAL
POCO y MAL

El factor cantidad (Poco/Mucho) es cuantitativo. Se mide cronológicamente: en horas, minutos… también establece periodos (noche, tarde)

El factor calidad (Bien/Mal) es cualitativo. Se puede medir registrando la presencia de dolor o molestias físicas, número y frecuencia de interrupciones del sueño, describiendo las condiciones que favorecen o limitan el sueño (ropa adecuada, cama, clima, rutinas…), etc.

Incluso se pude cuantificar: podemos asignar el menor valor al rango “Poco y mal” (0 puntos); el mayor valor (2 puntos) a “mucho y bien” y un valor intermedio (1 punto) para “poco pero bien” y “mucho pero mal”, ya que en ambas posibilidades se cumple solamente una condición de las valoradas. 

Por ejemplo, dos personas que representan dos situaciones opuestas respecto a la salud del sueño: de un máximo de 14 puntos (2 al día) la primera de ellas obtiene 12 (una puntuación muy alta, lo que indica una buena higiene del sueño) y la otra, sin embargo, marca sólo 3 de 14, una puntuación muy baja, que indica posibles problemas con el sueño.


L
M
X
J
V
S
D
TOTAL
Nombre A
2
2
2
1
1
2
2
12
Nombre B
0
1
1
0
0
1
0
3

Esta es una sencilla herramienta que puede servir para hacer un seguimiento individual o grupal tanto a diario como ocasionalmente y también aumentar en las y los participantes la conciencia acerca de la salud, en este caso, del sueño. Otros parámetros también son frecuentemente registrados para incluir en seguimientos e informes, como el peso o la tensión arterial, en la mayoría de ocasiones en talleres relacionados con hábitos saludables.

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