viernes, 3 de septiembre de 2010

Rol de paciente

Definición de Rol: función que alguien o algo cumple, papel de un actor), que proviene del francés rôle. Aceptado por la RAE a causa de su extendido uso (…) así, el término «rol» puede referirse a:

Rol social: serie de patrones esperados de conducta atribuidos a quien ocupa una posición dada en una unidad social, es decir, el papel desempeñado por las personas en la sociedad.


Hace un tiempo tuve un debate con una compañera de profesión, que decía que el “rol de paciente” no puede existir como tal, ya que la ejecución de un rol implica acción, y por lo tanto, no puede existir un rol pasivo.

Pero yo defiendo que sí es así. Esto es una mera observación clínica contrastada con otros profesionales, pero me puedo basar en varios argumentos.

El primero es que un rol no necesariamente implica acción. Bueno, no exactamente; quiero decir que puedo elegir “no hacer”, que en sí mismo es una acción, una actitud, aunque aparentemente no exista como tal.

El segundo: existen juegos psicológicos que se adoptan con el fin de aprovechar ciertas circunstancias (en este caso, la enfermedad) para eludir responsabilidades o delegarlas en otras personas cuando sí que existen capacidades. Muchas veces adoptamos un rol lastimero o de víctima para justificar nuestras acciones o nuestra actitud.

El tercero: a la hora de evaluar, en concreto los roles, creo que puede ser significativo el que un paciente se identifique con este rol de paciente respecto a otro que no, porque es una pista clara de las motivaciones y actitudes de esta persona en el tratamiento. Existen claros ejemplos de pacientes que se justifican aludiendo a su discapacidad.

A este respecto cabe decir que Discapacidad no es necesariamente Minusvalía. Bien por modificaciones en el entorno o personales y gracias a las Ayudas Técnicas y a los tratamientos rehabilitadores, afortunadamente, en muchos casos se puede lograr un desempeño ocupacional que permita superar una situación de minusvalía, entendida ésta como “desventaja social respecto al resto de la población general por razones de exclusión y/o discapacidad”.

Desvinculación del rol.

En lo que esencialmente sí coincido con mi compañera es que es a través de la acción desde donde se construye la identidad ocupacional del ser humano, y eso los terapeutas ocupacionales lo entendemos como actividad con significado.

Una intervención eficaz puede consistir en ofrecer alternativas que estructuren el tiempo y el entorno de la persona a través de actividades que reconozcan y refuercen sus partes más sanas, sus capacidades activas o aquellas habilidades que tengan más sentido o valor para esta persona.

Para romper el juego psicológico de “no lo hago porque estoy enfermo” existe una estrategia que consiste en identificar en primer lugar si ese mensaje de “No lo hago” significa “No sé”, “No Puedo” o sencillamente “No quiero”.
  • Si es “No sé” y es real, se enseña (Aprendizaje).
  • Si es “No puedo” y la causa es real, se facilita (Herramientas, Ayuda Técnica, Permisos, Apoyo, Supervisión…)
  • Si conseguimos superar estos dos recursos de evasión sólo queda uno, que es “No quiero”.
Ante este mensaje al menos las posturas se clarifican en el tratamiento. Además existen (de forma oficial u oficiosa) contratos terapéuticos que definen criterios de inclusión y/o exclusión, así como las responsabilidades adquiridas por cada una de las partes implicadas.

Sé que éste es un tema amplio y complejo, y esto es sólo una aproximación, pero me gustaría recibir opiniones al respecto. Gracias.

Algunas referencias al Análisis Transaccional y los Juegos Psicológicos:

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo con la idea de que la "no-acción" es una acción, creo que es lo mismo que con la comunicación y su axioma "no es posible no comunicar".
    Considero que muchas veces el lenguaje nos atrapa y, en este sentido, se necesita un gran trabajo de sensibilización tanto con personas afectadas, familiares y opinión pública para establecer las diferencias entre "Ser y Estar".

    Para mi es muy importante remarcar esto, no es lo mismo y condiciona distintamente.
    "Ser" parece tener una condición de perpetuidad en el tiempo y esto puede llegar a ser una condena y contribuir a que se vea antes una enfermedad que a la persona. Ante todo, somos personas, y perder esta condición creo que es muy desvalorizante, frustante... para quien lo vive.
    "Estar" tiene una concepción más puntual y marca una gran diferencia:
    - Hay momentos en los que no podré ser capaz de llevar una vida autónoma y "normalizada", y será entonces cuando necesite ayuda. Hay otros momentos que me podré valer por mi mismo, sin requerir una atención y ayuda para todo, cuando podré ser autónomo y salir del rol de paciente. Esto no implica que deje de necesitar a las personas, sino que será de otra manera, con otras demandas.

    Si soy enfermo estoy ocupando un rol permanente.

    Como bien dices, hay que ofrecer alternativas que nos permitan descubrirnos a cada momento y por crear nuevos roles, nuevas posibilidades de estar en el mundo y que se puedan compatibilizar.
    Es vital tener un sentido de vida, sentirse útil y válido para algo o alguien, crear nustro significado, sin ello, estamos abocados a un vacío desolador.

    Bueno, creo que en algún momento me he ido de tu reflexión...es donde me ha llevado y lo que me despierta el "rol de paciente", la etiqueta de enfermedad.
    "Enfermos mentales" es una expresión que cada vez me gusta menos, implica definición categórica y pierde de vista al individuo como ser humano. "Personas con enfermedad mental" mantiene que primero está el individuo y ayuda a no perderlo en detrimento de un estado.

    Otra vez me voy...
    Aquí tienes mi punto de vista que espero contribuya de alguna manera a continuar con el debate.

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