sábado, 15 de septiembre de 2018

Evidencia y registros de elaboración propia en AVD

Una de las herramientas más útiles para el Terapeuta Ocupacional cuando trabaja en Salud mental es el uso de la evidencia. En otras disciplinas los déficits y discapacidades se observan claramente (no solo el TO, sino cualquiera), y por tanto es más sencillo establecer objetivos y revisarlos e implementar estrategias de intervención. En salud mental no siempre es tan fácil, porque muchas problemáticas no se pueden observar a simple vista o en un primer momento. Aun así, hay algo que sí se puede observar, y es LA CONDUCTA, especialmente la conducta en cada una de las AVD. A partir de ahí, la observación directa minuciosa nos puede aportar información valiosa acerca de posibles déficits y así elegir un abordaje de intervención eficaz.

Para ello es casi imprescindible el uso de registros (recomiendo registros de elaboración propia, para ajustar la observación a la realidad exclusiva de cada persona) habituales, casi diarios, tanto en la evaluación inicial como en el seguimiento permanente y en la revisión de los planes de intervención. Habituarnos a usar de forma sistemática este tipo de registros nos va a aportar una información muy útil porque:
  1. Es real: son evidencias indiscutibles.
  2. Es completa: si el registro es riguroso aporta información inicial y su evolución a lo largo del tiempo.
  3. Aporta perspectiva: cuando hay muchos datos reunidos y cruzados la visión global del caso clínico suele aclararse y ofrecer una imagen general que puede explicar muchas de las realidades de la persona y orientarnos hacia el abordaje del caso.

Ejemplo práctico:

Hay que realizar una evaluación inicial a una persona que accede a un recurso de rehabilitación psicosocial. Se realiza entrevista a la familia y a la persona. Al hablar del aseo e higiene personal al parecer hay ciertas discrepancias, pues ambas partes refieren información incompleta o contradictoria. A pesar de ello, se evalúa con una evaluación estándar inicial (Katz, BELS, ILSS, etc) para disponer de un ítem de referencia en base a la información que aporta el usuario y la familia y los informes que disponemos, aparte de contrastar información junto con el resto del equipo y el propio ojo clínico.


A partir de entonces el TO diseña un sencillo registro para esta persona, a rellenar cada día que acude al centro (acude, pongamos, 3 días a la semana), ya que el propio terapeuta no puede estar presente en el domicilio de esta persona en los momentos de aseo e higiene personal.
Este registro puede ser realizado por iniciativa del propio TO o bien a petición de otro de los profesionales que lleva el caso, como el psicólogo, porque esté interesado en resolver una problemática relacionada, contrastar información o responder a una demanda de la familia.

Supongamos que se usa este registro durante tres meses, lo que implica un número de 36 registros (3 días a la semana x 4 semanas al mes). Existe una muestra significativa del registro de unas conductas muy concretas durante los 3 últimos meses hasta la fecha actual, lo que permite obtener ciertas conclusiones.

Por ejemplo, puede que de esos 36 días, no presenta suciedad en ropa ni cuerpo ni olor corporal al llegar al centro ninguno de los días, pero sí presenta suciedad en ropa y manos al marcharse del centro en 6 de esos días. Probablemente podamos considerar que el hecho de ensuciarse a lo largo del día (y no desde que llega de casa) sólo ocasionalmente puede considerarse poco significativo. Tal vez no es necesario marcar un objetivo muy ambicioso o simplemente realizar un seguimiento general por si la situación empeora. También puede servir para presentar esta información a la familia u otros profesionales y contrastar informaciones para tener una visión más ajustada de la realidad: “tal vez pensábamos que era un problema mayor de lo que es”, o bien “es un problema ocasional que puede tener fácil solución con un poco de seguimiento”.

Evidentemente, no es el mismo caso que el de una persona que registra suciedad al llegar y marcharse 36 de 36 días. El abordaje no es el mismo. Es una buena forma de evitar sensaciones generales acerca de la situación de las personas o ciertos problemas o guiarse por intuiciones que pueden alejarnos de soluciones reales. Eso sí, para que este trabajo tenga éxito el TO debe tener ganas y constancia, instaurándolo como una rutina diaria.

En mi propia experiencia profesional este tipo de herramientas han sido muy útiles, al menos para el propio trabajo del TO a la hora de evaluar e intervenir, y puede hacerse con cualquier AVD observable. Puede seer útil en recursos residenciales o de alta supervisión (residencias o pisos tutelados), pero especialmente en recursos donde no se dispone de tanto tiempo para tratar con la persona ni observar estas conductas.

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