miércoles, 31 de julio de 2024

Cartilla de preparación de citas

Esta cartilla surgió como un trabajo del Equipo del área de Programas de ASAEM Salut Mental  (Gandía, Valencia) a finales de 2023.

El motivo fue la detección de ciertas dificultades de las personas usuarias atendidas a la hora de las citas con psiquiatría y otras especialidades médicas de los recursos asistenciales, como por ejemplo:

  • Olvidos de ciertos comentarios relevantes acerca de la evolución de la sintomatología, toma de medicación y otras prescripciones e indicaciones médicas y de Enfermería.
  • Dificultad para explicar sintomatología, efectos de la medicación y otros hábitos influentes en el tratamiento.
  • Asistencia sin compañía o apoyo a dichas personas.
  • Lenguaje facultativo en ocasiones poco comprensible para la persona. Necesidad de comprender instrucciones en algunos casos difíciles (comenzando por pautas complejas de toma de medicación, comprensión del efecto de medicamentos, indicaciones al respecto o respecto a otros hábitos complementarios).
  • Ausencia de documentación escrita de pautas e indicaciones médicas o farmacológicas.
  • Dificultades para organizar la medicación y/o planificar las tomas.
  • Otras dificultades acerca del tratamiento, sobre todo si es integral y multifactorial (farmacológico, psicológico, ocupacional, social...)

Estas observaciones fueron contrastadas con profesionales del Departamento de Salud de Gandía y otros profesionales del sector que aportaron ideas para la herramienta.

Es por estas u otras posibles razones relacionadas por las que se prepara esta cartilla, pensada en un tamaño A5 a doble cara para ser fácil de guardar y llevar encima, de modo similar a otras cartillas (como las de vacunación, por ejemplo).

En el siguiente enlace se puede descargar la plantilla con 3 documentos:

  1. La cartilla destinada al uso de la persona.
  2. La guía profesional: la cartilla puede ser autorellenada por la propia persona (trabajo de autonomía personal), por el/la profesional o en colaboración o tanto conjuntamente con la persona como con la familia o asistente/s (personas cuidadoras, educadores/as de viviendas supervisadas, otros/a profesionales...)
  3. Instrucciones para imprimir correctamente en tamaño A5 a doble cara (cada planilla corresponde a dos cartillas para las páginas 1 y 2).

Puede ser una herramienta útil y ese es el motivo de que se ponga a disposición de toda la comunidad profesional de Terapia Ocupacional. Fue desde el área de T.O. desde donde se sugirió la idea al tener relación directa con una Actividad Instrumental habitual que puede resultar compleja y requerir de entrenamiento. La necesidad fue detectada durante la práctica clínica en el Programa de Intervención Comunitaria, que incluía acompañamientos a psiquiatría, medicina de cabecera, enfermería, farmacia, etc, así como gestión de preparación de la medicación y otras actividades relacionadas.

No obstante está a disposición de cualquier otra disciplina social o sanitaria que pueda beneficiarse de ella. Al ser una herramienta colaborativa se aceptan sugerencias de mejora para hacerla más efectiva. 

Gracias a Asaem Salut Mental por la posibilidad de desarrollar e implementar la aplicación de esta herramienta. 

Enlace para descarga AQUÍ 

Para cualquier duda, corrección o comentario se puede contactar en el email jvtalavera@gmail.com


Más información sobre ASAEM Salut Mental en:



miércoles, 18 de mayo de 2022

Ficha de valoración domiciliaria


Comparto herramienta provisional de elaboración propia para valoración domiciliaria:

Cualquier persona puede acceder al documento en el siguiente enlace:


Se aceptan comentarios, correcciones o sugerencias para completar la herramienta.

Vistas previas:











miércoles, 11 de mayo de 2022

Exploración del entorno como herramienta terapéutica de Terapia Ocupacional en Acompañamientos Terapéuticos en Salud Mental

La experiencia clínica que se expone a continuación es extraída de un Programa de Intervención Comunitaria realizado en Gandía (Valencia).

Dentro del contexto de intervención comunitaria, profesionales de Terapia Ocupacional pueden realizar diversas funciones, entre ellas acompañamientos terapéuticos. En el caso de intervención en salud mental habitualmente se detectan casos de aislamiento severo, es decir, personas que no salen nunca o casi nunca de casa por diferentes motivos. La sintomatología presente, ya sea positiva o negativa, puede ser relevante para decidir el abordaje. Por ejemplo, una persona que padece fobia social mostrará “miedo o ansiedad intensa”, en general, ante casi cualquier situación cotidiana o interacción con otras personas.

Por lo tanto, cualquier salida del hogar puede suponer una amenaza para esta persona, pues las probabilidades de interactuar con otras personas son altas: al comprar, al coger el transporte público, etc. La consecuencia principal es que esta persona evite salir de su hogar o zona de confort, donde no se expone a estas situaciones. En otros casos, como esquizofrenia, pueden existir limitaciones en la relación con otras personas o respecto al manejo de la propia sintomatología. Pueden existir otros problemas como depresión, adicciones, conflictos familiares, inseguridades, etc.

En cualquier caso, el aislamiento social es considerado una situación de riesgo grave, pues a lo largo del tiempo se pueden minimizar la autonomía personal y todas las habilidades sociales que pueden considerarse como adaptativas para una vida independiente. Por eso se considera prioritario intervenir de forma intensiva en estos casos (es decir, la máxima frecuencia de atenciones individualizadas posibles), especialmente de las personas más jóvenes, con el objetivo de prevenir el agravamiento de la situación.

La intervención suele seguir la siguiente estructura:

En primer lugar, conocimiento del caso, generalmente a través de familiares ya que, evidentemente, la persona no sale de casa. Valoración del caso en equipo multidisciplinar (en este caso psicóloga, trabajadora social y terapeuta ocupacional). En dicha valoración se establecen las funciones para cada profesional si es necesario. Generalmente la trabajadora social se encarga de la relación con la familia, la psicóloga suele realizar atenciones individuales con la familia y la persona y realizar seguimiento clínico y el terapeuta ocupacional asume principalmente el trabajo de campo según los objetivos marcados (atenciones domiciliarias y acompañamientos terapéuticos)

En la situación en la que se deriva el caso al terapeuta ocupacional (para la intervención comunitaria) la frecuencia de atención suele ser de una vez por semana, si es posible de forma indefinida hasta conseguir progresos y progresivamente distanciando en el tiempo las atenciones.

Lo habitual es comenzar realizando atenciones domiciliarias, ya que la dificultad de realizar salidas es evidente. En estas primeras atenciones suele participar el equipo multidisciplinar, porque es la única manera de acceder a la persona. El propósito principal es establecer relación terapéutica, sin la cual resultará casi imposible realizar cualquier intervención con éxito. La relación terapéutica es clave para el acompañamiento terapéutico, y debe ofrecer confianza (sin juicios, con comprensión hacia la persona) para que ésta pueda aceptar las indicaciones terapéuticas pertinentes y garantizar a la persona la seguridad que necesita para poder lograr los objetivos: “te voy a acompañar”, “no te voy a dejar solo en ningún momento”, “trabajaremos a un ritmo justo y adecuado”, “no hay prisa”, “no voy a permitir que te pase nada ni nadie te haga nada malo”, etc. Debe existir confianza, comunicación, transparencia y consentimiento informado entre todas las partes (persona, terapeuta, familia, otros profesionales implicados). El proceso normalmente será largo y puede prolongarse durante meses.

El objetivo fundamental de la intervención es identificar los factores que favorecen y que limitan el desempeño de la persona e identificar las zonas y/o trayectos de seguridad para la persona.

En las atenciones domiciliarias la primera función es realizar una valoración del domicilio, que consiste en una valoración general de accesibilidad: desde la distribución de la casa, evaluación de barreras arquitectónicas o sensoriales, ubicación del domicilio (si está en núcleo urbano o fuera de él, acceso a recursos comunitarios esenciales, etc.) y disponibilidad de todos los elementos domésticos necesarios e identificar el “punto cero”, que es la principal zona de confort, con el propósito de extenderla a zonas cada vez más amplias, de forma concéntrica:

  1. Zona de confort personal: la mencionada zona en la que la persona pasa la mayor parte del tiempo y dispone de sus objetos personales, donde se desenvuelve o desempeña mejor la persona. Se suele identificar la habitación, que es lo más frecuente, u otras zonas como el salón o salas de estar. En esta fase se conoce a la persona y se identifican los potenciales, las destrezas de ejecución o los elementos importantes o motivadores.
  2. Resto del domicilio. Se valora la implicación de la persona en el resto de tareas domésticas y su desempeño en las otras zonas del domicilio. Se pueden señalar las ocupaciones con las que se siente más identificado y el grado de participación del que dispone por parte de la familia. Es importante atender a las demandas familiares y pueden realizarse entrenamientos en AVD instrumentales si es necesario.
  3. Inmediaciones del domicilio. Generalmente el barrio. Evidentemente, en la primera valoración domiciliaria se detectan las características del lugar (zona de la localidad donde se encuentra y acceso a recursos comunitarios). La estrategia consiste en realizar itinerarios para identificar los lugares donde la persona se siente cómoda y que considera zonas seguras, que pueden ser lugares donde hay familiares, amigos o personas de referencia, donde existen recursos necesarios o importantes para la persona o dónde acudir en caso de emergencia. Utilizar estrategias de afrontamiento o de evitación (por ejemplo, de zonas consideradas no seguras) debe acordarse junto con profesionales de Psicología. En el caso de profesionales de Terapia Ocupacional lo primordial es encontrar estrategias adaptativas y funcionales para el desempeño. Para ello se debe conocer el entorno y sus características, usar planos callejeros para identificar y localizar diversas zonas y trayectos de acceso, se puede medir el tiempo que se emplea en los desplazamientos y las condiciones necesarias para realizarlos -ya sea caminando o en transporte- o se puede realizar análisis de la actividad según la tarea que se quiere realizar. Generalmente se comienza realizando salidas cortas a establecimientos cercanos (por ejemplo, salir a tirar la basura, a comprar tabaco, a la farmacia, sacar al perro, etc).
  4. Resto de la localidad. Acceso a otros recursos comunitarios (públicos o privados) del resto del municipio. En este punto es clave conocer si la persona vive en una localidad pequeña o en una gran ciudad y valorar en consecuencia, debe existir un desafío justo de la actividad. Generalmente en esta fase se realizan acompañamientos al médico o al psicólogo, a centros formativos, estaciones de transportes públicos, etc.
  5. A partir de aquí, si la intervención es exitosa, se pueden plantear otros escenarios, como desplazamientos a otras localidades (por ejemplo, para acudir a un recurso necesario. En nuestro caso, muchas de las personas atendidas viven en pueblos de la comarca y deben desplazarse al Hospital comarcal que se encuentra en la capital, por ejemplo, para acudir a cita con el psiquiatra). En este caso se puede plantear un acompañamiento y entrenamiento para el uso de transporte público). Y de ahí en adelante (por ejemplo, realizar un viaje), lo cual será sinónimo de éxito y de incremento de la autonomía personal.

Este proceso en ocasiones puede ser previo a una segunda fase de intervención, en general derivación, asistencia y adherencia a recursos rehabilitadores, formativos o laborales. En el mejor de los casos puede dotar a la persona de estrategias adaptativas para, principalmente, mejorar la movilidad en la comunidad, una de las AVD instrumentales descritas en el Marco de Trabajo de la AOTA, así como otras como uso de la gestión financiera, compras, gestión del hogar o mantenimiento de la seguridad y respuestas de emergencia, especialmente en aquellas personas que viven solas.

Como último comentario curioso, observar que la AVDI “Cuidado de mascotas”, en el caso de las personas que tienen animal (perro, en concreto), en varias ocasiones ha servido como importante actividad motivadora para iniciar las salidas fuera del domicilio.

jueves, 23 de septiembre de 2021

Análisis desgranado de la definición de Terapia Ocupacional según AOTA

Según la AOTA, “La Terapia Ocupacional se define como el uso terapéutico de las ocupaciones de la vida diaria con PERSONAS, GRUPOS O POBLACIONES, (es decir, el CLIENTE) con el propósito de MEJORAR o PERMITIR la participación.”

Esta es una definición que cualquier TO debería ser capaz de reproducir cuando se le pregunta qué es la Terapia Ocupacional como ciencia, como profesión, y en qué consiste. Pero no es suficiente con aprenderla y repetirla, sino que es necesario entenderla, de modo que analizamos que:

 “La Terapia Ocupacional se define como:

El USO TERAPÉUTICO: “terapéutico” significa, según la RAE: "Parte de la medicina que enseña los preceptos y remedios para el tratamiento de las enfermedades". "Conjunto de prácticas y conocimientos encaminados al tratamiento de dolencias." La TO, por tanto, se enmarca dentro de las ciencias cuyo fin está encaminado a tratar -con el propósito de sanar- enfermedades o dolencias, o incluso desajustes en la ocupación que generen malestar, producidos por cualquier motivo.

de las OCUPACIONES: no de las actividades o tareas. Las ocupaciones están directamente relacionadas con los roles. Conviene recordar que el SIGNIFICADO DE OCUPACIÓN es “aquella actividad con sentido en la que la persona participa cotidianamente y que puede ser nombrada por la cultura. En primer lugar, se entiende que no todo lo que se hace son simples actos motores, ni todas las actividades constituyen una ocupación.” (Enlace).

En el Marco-4, el término ocupación denota un compromiso personalizado y significativo en los eventos de la vida diaria por parte de un cliente específico. Por el contrario, el término actividad denota una forma de acción que es objetiva y no está relacionada con el compromiso o el contexto de un cliente específico (Schell et al., 2019) y, por lo tanto, puede seleccionarse y diseñarse para mejorar el compromiso ocupacional apoyando el desarrollo del desempeño. habilidades y patrones de desempeño (Enlace).

PERSONAS, GRUPOS O POBLACIONES: no solamente personas individuales. También aplicable a grupos o poblaciones: una familia, por ejemplo; un grupo o comunidad puede ser también una vivienda tutelada, por ejemplo. Puede ser un barrio, una ciudad. La TO puede actuar como agente de creación de ambientes y entornos o contextos terapéuticos.

(es decir, el CLIENTE): es llamativo el uso del concepto “CLIENTE” respecto a otros como PACIENTE, USUARIO/A. ¿Dignifica a la persona? El término cliente otorga ciertos derechos intrínsecos a la ciudadanía, al igual que -más común en España- el término "usuaria" o "usuario" de un recurso, sin juicio de valor. En EEUU y otros países los TO trabajan de forma autónoma (del mismo modo que médicos, psicólogos y otros profesionales), por lo que, en una relación contractual, debe tratar a las personas como clientes o pagadores de un servicio.

Con el propósito de MEJORAR o PERMITIR la participación: respecto al propósito, MEJORAR está claro, aunque muchas veces este concepto es algo difuso, ya que literalmente significa “hacer una cosa mejor de lo que era”. No siempre esta acepción sirve para la intervención clínica, puesto que para “mejorar” una realidad particular de una persona debe existir un criterio inequívoco, es decir, ¿es mejor para ti, para mí, para la sociedad…? ¿Mejor según mi criterio, según el tuyo, según el del cliente...? Debemos ser cuidadosos a este respecto y respetar siempre las preferencias de la persona con la que trabajamos. Otras acepciones o sinónimos útiles y aclaratorios sobre este concepto pueden ser “aumentar”, “perfeccionar”, “RESTABLECER” o “aliviar”. El concepto restablecer puede ser muy certero en el caso de personas que debido al impacto de una enfermedad necesitan recuperar el funcionamiento previo que, según su criterio, era el funcionamiento más adaptativo para su vida y su realidad. Esto me parece mucho más riguroso, respetuoso y acertado. Y, por otra parte, me parece tal vez más importante ahondar en el término "PERMITIR", que se trata de valorar el grado de acceso a oportunidades de participación, lo cual es clave en la intervención del TO: las personas no pueden mejorar ni recuperar ni tomar decisiones ni el control de sus propias vidas si no tienen oportunidad de hacerlo, ya sea por parte de sus propias circunstancias, de la familia, de los servicios médicos o sociales, de la realidad legal que les rodea o de cualquier otro ente o realidad que se lo impida.

En consonancia con esto, el último concepto a explorar es el de PARTICIPACIÓN. Solemos hablar de mejorar aspectos del cliente, pero la clave es proveer de la oportunidad de estar presente, participar, colaborar o aportar en el ámbito personal, en el hogar y en la comunidad, es decir, en sociedad. Esto es lo que verdaderamente dignifica a la persona y la convierte en un elemento libre (libertad de pensamiento, de expresión y de acción) sin sufrir desventaja ni discriminación de ninguna clase y con plenas garantías de derecho ciudadano.

 

jueves, 26 de agosto de 2021

Aportaciones al Listado de intereses

El Listado de intereses es una conocida herramienta para Terapeutas Ocupacionales que se utiliza habitualmente para las evaluaciones de ocio, especialmente a nivel individual. Se utiliza para identificar posibles intereses, actividades con significado para la persona a las que se puede vincular a través de la ocupación: "Matsutsuyu (1960) desarrolla el listado de intereses como un medio de recolectar datos de los patrones de intereses de la persona y las características que serían útiles para la práctica clínica. Este consiste en tres partes, un listado de 80 ítems, una sección para responder los intereses adicionales y una sección en la cual se pregunta al entrevistado por un resumen de su historia de intereses correspondientes al tiempo libre, indicando sus actividades más placenteras."

Según el propio documento, “el listado ha sido modificado y adaptado para su uso en distintas culturas”, según distintos criterios de adaptación cultural, la población a la que va dirigida o el propósito: “El listado de intereses modificado está diseñado para ser aplicado con personas adultas y adolescentes. A pesar de mostrar una gama amplia de intereses, está dirigido a cubrir más que nada intereses que no son vocacionales y que influencian las elecciones ocupacionales

La aportación de este artículo debe entenderse como un complemento al Listado de intereses, una herramienta de elaboración propia que incluye hasta 400 ítems y, por lo tanto, mucho más completo. Y estoy convencido de que incluso con tantas propuestas seguirán faltando. Incluye ítems relacionados con hobbies, actividades de ocio en general e incluso realidades que no representan actividades en particular sino la implicación o el interés en algún tema en general.



MODIFICACIONES RESPECTO AL LISTADO ORIGINAL

En este listado se encuentra alterado el orden de las columnas. Se mantienen las ya existentes, pero se incluye lo siguiente:

  1. Una primera columna que contiene la pregunta “¿Te interesa?” Y tres respuestas: “no”, “sí” y “antes sí pero ahora no”. El motivo de incluir esta columna es introducir una pregunta directa acerca de, básicamente, si existe interés o no, como primera criba, con una respuesta cerrada. Se incluye la opción “antes sí pero ahora no”, porque puede ser clave para la exploración, ya que es una realidad frecuente en muchos casos de aparición de una discapacidad adquirida a partir de la cual se abandona la realización de actividades que en el pasado fueron gratificantes.
  2. Tras la columna “¿Participas actualmente en esta actividad?” se incluye otra columna con la pregunta “¿Con qué frecuencia?”. Habitualmente, cuando utilizo este listado, ocurre que en caso de respuesta afirmativa es esclarecedor concretar la frecuencia de realización para entender exactamente el grado de implicación y de interés real, es decir: “me gusta mucho esta actividad, pero la practico muy poco porque…” o bien “la realizo todos los días” o bien “me gusta mucho pero realmente nunca lo practico”. Este matiz puede servir para detectar qué factores favorecen o limitan el desempeño, en este caso, de una determinada actividad de ocio.
  3. Por último, se añade una columna al final de “Observaciones”: a la hora de realizar la encuesta se puede aclarar si la actividad es productiva o de ocio. También si el ocio es individual o grupal o dónde se realiza, por ejemplo.
  4. Como pequeña observación, se han sustituido las respuestas “Mucho”, “Poco” y “Ninguno” del segundo apartado por las claves numéricas “2”, “1” y “0” respectivamente, por una sencilla cuestión de síntesis de espacio. La leyenda aparece en la cabecera.

 OBSERVACIONES Y ESTRATEGIAS DE APLICACIÓN

  1. Algunos ítems resultarán repetitivos, lo cual puede servir para comprobar la coherencia, ayudar a concretar o definir mejor algo en particular o para evitar confusiones.
    • Ejemplo 1: me gustan los animales, pero no las mascotas; es parecido, pero no es lo mismo: me gustan los perros, pero no tendría uno; me gusta ir al zoo a ver animales, pero no me gustaría cuidarlos.
    • Ejemplo 2: marco los ítems de Naturaleza, Senderismo, Parques naturales, Salir a la montaña y al campo. La interpretación es evidente, ya que existe una relación muy directa entre todos estos intereses, con una actitud coherente, lo que nos lleva a pensar que hay una línea clara para intervenir.
    • Ejemplo 3: me gusta el fútbol, pero para verlo en la televisión, no para practicarlo.
    • Ejemplo 4: puedo marcar el interés en “Pasatiempos”, pero si solamente existe ese ítem puede resultar demasiado amplio. Si me baso solamente en ese concepto puedo invitar a la persona a hacer unas sopas de letras, pero no le gustan a pesar de ser un pasatiempo. Es posible que asocie “pasatiempos” a otros juegos como “Sudoku” o “Autodefinidos” Además, el hecho de que existan ítems similares puede estimular la identificación de intereses muy definidos. Usando este mismo ejemplo, la persona puede haber marcado el ítem “Pasatiempos” pero estar pensando en un juego muy concreto que practique y que no aparece en la lista. En este caso se añadiría al final tras haberlo identificado.
  2. Agrupar en categorías: una vez identificados los ítems se pueden reagrupar en categorías. Podría hacerse de antemano, ya que en el listado están presentados por orden alfabético para poder identificar y localizar mejor.
  3. Puede ser autoadministrado o heteroadministrado, es decir, se lo puedes entregar a la persona para que lo revise en casa o puedes aplicárselo en persona, depende del tiempo que se disponga y las condiciones del caso. Además, puede realizarse tantas veces como sea necesario.
  4.  Puede realizarse en una sola sesión… o en varias si es posible.
    • Ejemplo 1: cada día se responde a una página.
    • Ejemplo 2: Solamente se observará la columna primera: “No me interesa”. En otra sesión la columna “nivel de interés”, etc.
  5. Puede hacerse incluso en grupo: de forma simultánea y compartiendo información en grupo se puede ir cumplimentando el listado de forma independiente. Es una forma de organizar varias sesiones de un taller (de ocio, por ejemplo). Ideal para grupos muy autónomos y para organizar actividades dentro del ámbito de intervención comunitaria. Recomendado para recursos como viviendas tuteladas o miniresidencias, para organizar propuesta de actividades. Herramienta ideal para la fase de exploración de intereses.
  6.  Seguro que faltan ítems.  Puede servir para descubrir o averiguar hábitos e intereses. En ese caso, se puede editar el documento y añadir nuevos ítems. Los ítems no siguen un orden, pueden existir tantos como sea necesario.
  7. Algunos hábitos pueden no ser saludables o controvertidos (tabaco, apuestas, juegos de azar…) pero pueden aportar información útil acerca de hábitos, o pueden suponer una forma de aproximar la información a las actividades en las que la persona ocupa su tiempo, sobre todo si estamos haciendo un estudio o valoración del desempeño y del equilibrio ocupacional.

El documento se puede descargar libremente en el siguiente enlace en formato PDF:

https://drive.google.com/file/d/1xi_kmkYAITPCBcQO6Z5omMGcfBL45rNw/view?usp=sharing

Para sugerencias, correcciones, aclaraciones o dudas, contactar en jvtalavera@gmail.com

 

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

Escala de Evaluación de la Actividad Global (EEAG) y Terapia Ocupacional

Formalmente llamada Escala de evaluación global de funcionamiento o Escala de evaluación de la actividad global (EEAG), en inglés: Global Assessment of Functioning Scale (GAF)

Según la definición, la EEAG es una escala “que se adjunta al DSM IV para la valoración del nivel de funcionamiento a lo largo de un continuo de de salud-enfermedad” (…) “elaborada por la American Psychiatric Association (APA). Evalúa el nivel de funcionamiento de [las personas con enfermedad mental grave]. Presenta un único ítem: la actividad global, la satisfacción en múltiples actividades. Se puntúa en una escala de 0 a 100. Esta escala representa el eje V de la DSM.” El DSM-V ya no incluye la escala.

¿Por qué es interesante para la Terapia Ocupacional?

En primer lugar porque es una escala muy conocida que puede ser utilizada ampliamente por equipos multidisciplinares, especialmente por parte de psiquiatras y psicólogos. Además  las puntuaciones son sencillas y pueden servir para realizar seguimiento y valorar evolución.

Por otra parte, porque evalúa áreas contempladas dentro del ámbito de especialización del T.O., en concreto:

  • Señala un concepto propio de la TO: Actividad satisfactoria (o actividad gratificante, actividad con significado), que el TO puede detectar, describir y evaluar.
  • Desde el rango 50 hacia arriba alude a la actividad social, laboral y escolar. El TO puede evaluar equilibrio ocupacional y el impacto de la sintomatología en el funcionamiento.
  • En los dos rangos más bajos (20 hacia abajo) claramente se refiere a la capacidad de mantener higiene personal mínima, es decir, una AVD básica que el TO puede valorar.

La forma idónea de aplicar esta escala es conjuntamente con el resto de profesionales del equipo, siendo el T.O, quien puede aportar valoraciones especializadas para poder puntuar los ítems anteriormente descritos.

En el siguiente enlace se puede encontrar el documento con la escala, las normas de administración y puntuación y una plantilla de seguimiento:

http://www.sspa.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/contenidos/publicaciones/Datos/433/pdf/14-GAF.pdf

 

lunes, 8 de marzo de 2021

Inclusión de factores favorecedores del desempeño en los informes

Seguro que cualquier profesional de TO está acostumbrado a realizar informes de evaluación, de seguimiento, de PIR, de alta, etc. Es frecuente, además, que estos informes se compartan en equipo, habitualmente en reunión. Ocurre que a menudo en todo tipo de informes, desde el informe psiquiátrico, pasando por el informe de derivación o los anteriormente comentados, suelen destacarse los aspectos negativos del caso, es decir: sintomatología, impacto en la salud y, en general, las problemáticas de esa persona. De hecho, es frecuente rellenar los apartados de los informes de evaluación destacando las problemáticas detectadas. En principio no hay problema, pero a menudo la imagen global ofrecida de esa persona es bastante negativa pues, efectivamente, están descritos al detalle todos los problemas que esta persona tiene en cada área de su vida. Pero ¿y las fortalezas? ¿y los factores que apoyan el desempeño? ¿y sus habilidades o capacidades destacadas o adaptativas? Pocas veces se habla de ello, y esto supone un sesgo en la imagen general que se tiene de esta persona, que habitualmente es peor de lo que en realidad suele ser. Una forma de humanizar los informes y, sobre todo, de ser fieles a la realidad, es incluir en el informe aspectos positivos del funcionamiento o incluso de la personalidad. Desde nuestra perspectiva de TO, se pueden destacar los principales factores que facilitan o apoyan el desempeño. También se puede hablar de pronóstico, resultados esperados o expectativas, sobre todo cuando son favorables.

lunes, 18 de enero de 2021

Herramienta de seguimiento para evaluación cognitiva

En recursos de Rehabilitación Psicosocial una de las áreas de trabajo más frecuentes es la Estimulación Cognitiva ya que en las últimas décadas numerosos estudios evidencian que "los trastornos en la atención, la memoria, la velocidad de procesamiento y la resolución de problemas son los déficits cognitivos que se encuentran más frecuentemente en pacientes con patología psiquiátrica (Bowie et al., 2008)”

La idea central es clara: se necesitan actividades que entrenen las capacidades cognitivas. Para ello existen multitud de manuales, cuadernos y fichas que se utilizan a diario para este tipo de trabajo. También se pueden entrenar estas capacidades mediante actividades que favorezcan su estímulo. La metodología en este caso no importa tanto, ya que cada recurso y cada profesional elegirán la que pueda llevar a cabo o considere más efectiva. Por ejemplo, Terapeutas Ocupacionales pueden diseñar actividades que no requieran de fichas de trabajo prediseñadas y usar la actividad como medio de entrenamiento de las capacidades cognitivas. Para ello se deben establecer los objetivos generales y específicos u operativos al respecto.

Estos objetivos suelen aparecer descritos tanto en los informes de PIR como en los programas de las actividades o talleres. En todo caso, son objetivos que requieren de seguimiento y de evaluación.

Es sencillo organizar actividades y tareas de trabajo, pero a la hora de realizar seguimiento no siempre lo es, ya que las conclusiones del profesional habitualmente se realizan en base a datos muy generales o a percepciones individuales sobre el trabajo y la evolución de la persona. En el caso de utilizar fichas prediseñadas se asume que hay unos resultados correctos o no, y la tendencia es a evaluar si "está bien" o "está mal", en general, y sin valorar múltiples factores como el estado de ánimo o cognitivo de la persona en el momento de la realización, el sesgo de las propias fichas, el uso de estándares que no son propios de la cultura de la persona, el grado de motivación de la persona al realizar la actividad, etc.

El presente artículo presenta una tabla como herramienta de elaboración propia para ordenar el seguimiento acerca del trabajo realizado en un determinado periodo, y ayuda a buscar la mayor objetividad posible a la hora de evaluar, para huir de generalidades o sesgos en la interpretación de resultados.

En primer lugar, es fundamental determinar qué capacidades cognitivas se van a evaluar. A este respecto existe una amplia discusión bibliográfica, ya que existen numerosas clasificaciones de las capacidades cognitivas generales, términos que pueden resultar similares, descripción de capacidades generales (Memoria, en general) o específicas (Memoria Procedimental, Memoria a Corto Plazo, etc.) y diferentes concepciones de dichas capacidades. Por esto es primordial determinar exactamente qué capacidades cognitivas se van a entrenar y describirlas.

Para ilustrarlo, el siguiente cuadro representa la denominación de las funciones cognitivas que corresponden a varias fuentes consultadas en Internet. Como se puede observar, cada fuente describe una serie de funciones; a veces coinciden algunas, son denominadas o categorizadas de forma diferente, se agrupan de distintas formas, etc. 

FUNCIONES COGNITIVAS

A

B

C

D

E

F

Aprendizaje

X

 

 

X

 

 

Atención

X

X

X

X

X

X

Cálculo

X

 

 

 

 

X

Cognición social

 

X

 

 

 

 

Comprensión

 

 

X

 

 

 

Funciones ejecutivas

 

X

 

 

 

X

Funciones superiores

 

 

 

 

X

 

Gnosias

 

X

 

 

 

 

Habilidades visoespaciales

 

X

 

 

 

 

Lenguaje

X

X

X

 

X

X

Memoria

 

X

X

X

X

X

Memoria de trabajo

 

 

 

 

X

 

Orientación

 

X

X

 

X

X

Percepción

X

 

X

X

X

X

Praxias

 

X

 

 

 

 

Razonamiento

 

 

 

X

 

 

Resolución de problemas

X

 

 

X

X

 

Sentimientos

 

 

 

X

 

 

Toma de decisiones

 

 

 

X

 

 

Velocidad de procesamiento

 

 

 

 

X

 

Fuentes:

Link

Link

Link

Link

Link

Link

A fin de cuentas, según la bibliografía que manejemos para realizar nuestro programa así determinaremos cuáles son las funciones cognitivas que vamos a trabajar. En cualquier caso, siempre que estén claramente definidas será válido. Para este artículo he utilizado varias fuentes bibliográficas, principalmente la plataforma NeuronUp (sin interés de publicitar, simplemente porque ofrece una web con información práctica y organizada), para establecer las siguientes funciones cognitivas:

  • Orientación
  • Memoria
  • Atención
  • Gnosias
  • Praxias
  • Lenguaje
  • Funciones ejecutivas
  • Cognición social
  • Cálculo

En la tabla de Excel aparecen 5 ejemplos de capacidades relacionadas con cada una de estas funciones cognitivas, que son las que se va a evaluar. La fórmula es: "Respecto a las funciones de atención (p.ej.), la persona es capaz de..." y lo realiza "siempre", "a veces" o "nunca".

Estos indicadores pueden especificarse. Por ejemplo: "Siempre" significa todas las veces; "A veces" significa que lo realiza ocasionalmente, lo realiza dependiendo de otros factores predominantes como cansancio, motivación, sintomatología presente, lo realiza de forma irregular, etc; y "Nunca" significa que no consigue realizarlo ninguna de las veces que se ha probado.

Para objetivarlo, se utiliza una escala tipo Likert en la que a cada indicador se le asigna un número, de modo que:

  • 2 = Siempre
  • 1 = A veces
  • 0 = Nunca

Además, a cada puntuación se le ha asignado un color:

  • Siempre – Verde.
  • A veces – Amarillo.
  • Nunca – Rojo

Es simplemente para tener una mejor comprensión visual a la hora de interpretar el cuadro.

Por último, cada área recoge el promedio de puntuación, por si es un dato de utilidad, incluso para comparar esa puntuación con la de otras personas evaluadas por si sirve de criterio para las derivaciones a los grupos de trabajo según niveles.

El resultado es el siguiente:

Una vez visto el modelo, veamos un ejemplo práctico:


Como se observa, se ha asignado una puntuación a una determinada tarea asociada a una función cognitiva en un momento dado.

Mi recomendación es que estas tareas se realicen en diversos momentos, en días diferentes o bien que se repitan a menudo, para valorar definitivamente si la capacidad se muestra siempre, a veces o nunca.

De este modo, al finalizar el periodo de evaluación obtendremos un resultado en forma de indicador algo más objetivo y neutral que el sesgo que puede producir nuestra propia percepción personal. En el trabajo con personas con enfermedad mental grave es frecuente observar sintomatología que impacta en estas funciones cognitivas, y es de rigor valorar si ese impacto es puntual, temporal, permanente, etc. y cómo se produce, para obtener así una mayor y mejor información sobre la evolución de la persona. Normalmente estas evaluaciones se comparten en equipo para que fundamentalmente los psicólogos puedan contrastar con las valoraciones que ellos suelen realizar, como por ejemplo: Escala de Evaluación Cognitiva de Montreal (MoCA), Mini-Mental State Examination (MMSE), Test de Barcelona, Escala de los Síndromes Positivo y Negativo (PANSS), Neurobehavioural Cognitive Status Examination (NCSE), Repeatable Battery for the Assesssment of Neuropsychological Status (RBANS), Screen for Cognitive Impairment in Psychiatry (SCIP), Functional Assesment Staging (FAST), etcétera.

Para obtener la planilla de Excel, descargar AQUÍ: 

Si hay algún problema o no se puede acceder o descargar, contactar en: jvtalavera@gmail.com