miércoles, 16 de diciembre de 2009

Aviso

Este mensaje es provisional.
Quería anunciar que en los últimos tiempos no he podido escribir ningún artículo nuevo. Tengo varias ideas en borrador, pero falta pasarlas al blog. Resulta que he cambiado de trabajo durante unos meses, y ahora ya no estoy en Madrid, sino en Gandía (Valencia). Comprended que con el cambio hay asuntos prioritarios que resolver, tanto en lo personal como en lo profesional, pero no me olvido del blog. He recibido además muchos mensajes, prometo que contestaré cuando pueda. Muchísimas gracias a todos los que me habéis escrito, pues es lo que me anima a continuar difundiendo información sobre nuestra profesión y compartirla con otros terapeutas. Volveré pronto.

lunes, 5 de octubre de 2009

Enlaces

Hola, he aquí un pequeño apartado dedicado a publicitar otros sitios webs y/o blogs, con el propósito de dar a conocer información relevante para terapeutas ocupacionales:

http://ergoworld.blogspot.com/

http://www.fcaformacion.com/content/blogcategory/6/42/

http://miraresencontrar.blogspot.com/

http://www.madrid.org/cs/Satellite?cid=1142533151327&language=es&pageid=1142511679608&pagename=PortalSalud%2FCM_ContenComplem_FA%2FPTSA_contenComplem&vest=1156329914042

Gracias por vuestros comentarios.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Actividades de la Vida Diaria (AVD)

Una de las funciones del terapeuta ocupacional (TO) es la detección de signos de dependencia en la persona, en todas las áreas, pero siempre especialmente en las Actividades de la Vida Diaria (AVD), sobre todo las básicas, porque son actividades cotidianas que todas las personas realizamos y que significan el soporte básico para la supervivencia y para el desarrollo de nuestro desempeño ocupacional.

Cuando el TO trabaja con discapacidad física las AVD son el eje del tratamiento, y es además un objetivo prioritario en toda intervención, pero en salud mental a veces pasa desapercibido, porque los problemas que se presentan se abordan desde tratamientos eficaces a nivel orgánico (medicación) y técnicas para el manejo de los síntomas. Sin embargo la incidencia sobre las AVD es bastante significativa, porque es realmente donde se nota el resultado del tratamiento; la repercusión de los síntomas, tratamientos y efectos secundarios en las AVD debería tenerse siempre en cuenta. Un ejemplo muy común es observar si a causa de los fármacos la persona no puede dormir, una actividad necesaria y que requiere de cierta autonomía personal (hábitos o rutinas), además de condicionar el resto de actividades.

De hecho, existen trastornos psiquiátricos que inciden gravemente sobre las AVD, en aspectos como la higiene, el sueño, vestido o movilidad funcional (trastornos obsesivo-compulsivos, esquizofrenia, depresión...), incluso generando dependencia.

Las AVD requieren destrezas más o menos complejas, hábitos, rutinas, capacidades motoras y cognitivas, a veces mermados por la sintomatología y los tratamientos.

El TO puede detectar las alteraciones en AVD para hacer un diagnóstico ocupacional, así como conocer las AVD en el pasado para poder establecer objetivos de tratamiento: recuperar, mantener, potenciar, sustituir, paliar, etc. Toda esta información puede ser importante para integrarlo en los objetivos comunes de tratamiento dentro del trabajo en equipo junto con el resto de profesionales.

domingo, 19 de julio de 2009

Manejo de síntomas / Contratransferencia

En la práctica clínica se convive con muchos síntomas manifiestos en la persona. Es importante, en primer lugar, tener presente que muchas veces trabajamos con estos síntomas. Esto es significativo a la hora de manejar la relación con el paciente ya que en muchas ocasiones las conductas de las personas con quienes trabajamos nos generan una respuesta emocional –consciente o inconsciente- que puede influir en la relación terapéutica (contratransferencia). Por ejemplo, si un paciente nos irrita porque no deja de repetir un discurso. En ese caso, puede suceder que sea la manifestación de un síntoma o que sea un pesado. Hemos de cuidar entonces nuestra respuesta, porque pedir a una persona que padece TOC que deje de repetir cierto movimiento, así, sencillamente, o regañar a una persona quien cree constantemente que le van a pegar los demás, a pesar de que le hemos dicho cien veces que no, no va a aportar nada a ninguno de los dos (ni paciente ni terapeuta). Es cierto que somos humanos y en muchas ocasiones la respuesta emocional se impone a la respuesta clínica, pero es por eso por lo que cada día hemos de armarnos de paciencia infinita. Y cuando digo infinita digo infinita, al menos, con los síntomas. No se pueden tolerar ciertas conductas ni incumplimientos terapéuticos, ni situaciones relacionadas con problemas de convivencia o de respeto, pero sí se pueden comprender muchas conductas generadas por la enfermedad, en cuyo caso hay que intentar remitir, extinguir o reconducir para reorientar a la realidad del momento. Y en todo, caso, comprender. Como decía Juan Antonio Vallejo Nágera, “Jamás hay que juzgar a un enfermo, sino aceptarlo como es (…) Ayudar sin ningún tipo de rechazo, sin tolerar que brote en nuestro ánimo el menor atisbo de repugnancia, hostilidad o desprecio. Sólo así se puede comprender”. Y es que muchas veces sucede esto, que se despiertan en nosotros ciertas emociones que hemos de manejar como terapeutas. Es especialmente útil en el manejo de esta contratransferencia conocer los síntomas, para abordarlos con mayor eficacia, y para tener presente que frente a nosotros siempre hay, ante todo, una persona.

El Terapeuta Ocupacional (TO) tiene una importante labor en este asunto, a la hora de reconocer qué síntomas interfieren en el desempeño ocupacional de la persona, que es una de nuestras principales misiones. Muchas veces es evidente, pero otras no, por eso es necesario agudizar el ojo clínico para optimizar nuestra intervención.

La interferencia de estos síntomas o de las consecuencias de los mismos se pueden ver reflejadas principalmente en las áreas de ocupación (como referencia, la AOTA): Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD), Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD), Educación, Trabajo, Juego, Ocio y Tiempo Libre y Participación Social. Es en estas áreas donde se refleja el impacto ocupacional de la enfermedad. El síntoma lo ubicamos en los componentes de desempeño, que son la causa de la disfunción. En esta relación se basa el diagnóstico ocupacional: Alteración en Área como consecuencia / debido a Alteración en Componente. Dedicaré una entrada a este asunto.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Concierto para instrumentos desafinados

He aquí un pequeño extracto de un libro que he leído recientemente, Concierto para instrumentos desafinados, una pequeña joya, un regalo del psiquiatra Juan Antonio Vallejo-Nágera, escrito en 1979, y que recoge una idea, sin saberlo, de lo que más tarde será el germen de la actual Terapia Ocupacional:


Las mejores intenciones provocan consecuencias impensadas. En aquel ambiente de penuria no se podía soñar con que nos proporcionasen un taller para “terapéutica de ocupación”; para tener a los enfermos trabajando y adiestrándose, recuperando funciones en vez de embotarlas dando vueltas en la inactividad de los patios, jardines y salas de estar. Denegadas las peticiones de material, herramientas, monitores y dinero, un psiquiatra entusiasta e ingenioso, Ildefonso López Caño, imaginó un sistema para montar el trabajo colectivo de los enfermos sin ninguno de estos elementos. Un ejemplo más de cómo la falta de material se suple con celo.” [El trabajo consistía en elaborar bolsas de papel para empaquetar para una empresa:] “Los pacientes hacían las bolsas y cobraban en relación con el trabajo terminado. Una miseria, pero cobraban. Algunos por primera vez en su vida. La mayoría tenía dinero tras muchos años de no verlo. Pronto nos dimos cuenta los médicos de que ahora poseían una cosa aún más importante que el dinero: tenían TRABAJO.

Fue impresionante el cambio provocado en el hospital, en la vida y en la actitud de aquellos psicóticos crónicos por la introducción de este nuevo factor: el trabajo. Aun de forma tan rudimentaria y mal remunerada, dignificó a los pacientes (…) El beneficio para la salud y el clima humano colectivo de esta rudimentaria terapéutica de ocupación, fue tan importante como el logrado con los nuevos medicamentos.


El libro completo AQUÍ

martes, 5 de mayo de 2009

Rehabilitación Cognitiva

Desde hace algo más de un año dirijo un taller de rehabilitación cognitiva. En principio, el trabajo estaba pensado para potenciar las mermadas capacidades cognitivas (memoria, atención, percepción, cálculo, orientación, lenguaje...) a causa de la enfermedad u otros factores como la medicación o estilos de vida desadaptativos, asimismo como consecuencia de la enfermedad.

El trabajo era bastante bueno, y lo sigue siendo, pero sentía que en el fondo soy Terapeuta Ocupacional, y la incidencia se producía puramente en estas funciones mentales superiores, pero, ¿la incidencia sobre la ocupación? Hallé la respuesta en seguida: orientar los objetivos a las AIVD, es decir, la Actividades Instrumentales de la Vida Diaria, que en resumen son todas aquellas que implican una interacción con el entorno, utilizando para ello herramientas más o menos complejas. Esta interacción consiste en el uso de los medios de comunicación y transporte, realización de compras, manejo del dinero y cualquier otra gestión cotidiana, más o menos compleja.

Estructuré entonces el taller en tres grados diferentes de tarea:

1- Entrenamiento cognitivo: ejercicios puramente cognitivos, es decir, actividades con un fin en sí mismas: operaciones matemáticas, fichas de trabajo, trabajo mecánico. (Ejemplo: vamos a hallar tantos por ciento, vamos a hacer multiplicaciones de una y dos cifras)

2- Actividades con un fin último, es decir, orientadas a las AIVD, con ejemplos de realidades cotidianas. (Ejemplo: ahora que hemos practicado cómo hallar porcentajes vamos a elaborar una lista de la compra real y calcular qué descuento nos va a hacer la tienda con la oferta que nos presenta).

3- Teoría. Base teórica que apoya la realización de estos ejercicios.

Esta forma de trabajar aumenta significativamente el autoestima de los usuarios, ya que se motivan al observar por sí mismos cómo los ejercicios que realizamos en el taller poseen un significado muy concreto en sus vidas cotidianas, y no son simples ejercicios que les agotan o aburren. En definitiva, se trata de dotarles de un entrenamiento en todas estas capacidades y de herramientas prácticas y útiles para su desempeño.

martes, 24 de marzo de 2009

Manejo del delirio

Hola.

He de pedir disculpas por la tardanza en mis publicaciones. Últimamente otras obligaciones me han apartado de este proyecto. Para no caer en el ostracismo, he aquí una nueva píldora:

En salud mental es habitual encontrarse con síntomas como el delirio. Cuando hablo de delirio me refiero en este caso a un síntoma psicótico (manifestado, por ejemplo, en esquizofrenias). En principio es difícil reconocer un delirio a no ser que éste sea demasiado extravagante. Además, puede confundirse con un comentario sarcástico o una idea ilusoria.

No es recomendable, una vez reconocido el delirio, contradecirlo o negarlo, porque básicamente suele ser inútil, y puede provocar un desconcierto mayor o enfado en el paciente. Tampoco es recomendable afirmarlo, puesto que alimentamos esa creencia irracional.

En mi experiencia, y aplicando lo que me han enseñado, quizá una de las mejores fórmulas es devolver a la persona a la realidad, es decir, al aquí y ahora. Por ejemplo, tras reconocer el delirio reaccionar de forma neutra, sin asentir o negar, simplemente ofreciendo datos de realidad como: "Bueno, a todo esto, ¿qué hora es?", "Alcánzame ese bolígrafo por favor", "¿Hace frío en la calle?" "¿Qué actividad toca ahora?" "Oye, por cierto, ¿leiste aquél libro...?"

De este modo la persona puede reengancharse al dato que le pedimos, "olvidando" el pensamiento invasor y centrando su atención en estímulos reales.

Para abordar esta creencia irracional será más productivo si la persona se encuentra en un estado de mayor lucidez, ya que inmerso en un pensamiento delirante poco se puede razonar o negociar. Suerte.

domingo, 8 de febrero de 2009

Herramienta: Mapa de red social

Uno de los elementos importantes a evaluar –al menos según el Modelo de la Ocupación- es el entorno. Esta herramienta puede ser útil para entender las relaciones sociales del interesado.

Consiste en crear círculos concéntricos, en el centro de los cuales está la persona en cuestión, y en cada segmento irá colocando a aquéllas personas que considere más cercanas o más lejanas para él.

Puede hacerse con la familia, con los amigos, los compañeros de clase, los compañeros de trabajo, o todo en general, según lo que estemos trabajando. Es, por tanto, versátil, y además sencillo y rápido de hacer.

Quizá el mayor sesgo sea la poca fiabilidad del resultado si se hace rápido, pero casi siempre se obtienen datos significativos, no sé si es cosa de Psicoanálisis (les guía el inconsciente) o de Gestalt (les engaña la vista el circulito).

He aquí una plantilla y un ejemplo:


La Participación Social es un área definida por la Terminología Uniforme de Terapia Ocupacional, y que incluye el desempeño respecto a la comunidad, familia y compañeros y amigos.

domingo, 1 de febrero de 2009

Posiciones Existenciales (I)

Esta percepción resulta práctica para cualquier terapeuta en cualquier ámbito. Es especialmente importante cuando el primer objetivo de la intervención es trabajar la motivación. La posición existencial es la postura que adoptamos ante la vida, las expectativas creadas sobre los demás y sobre el mundo que nos rodea, y es muy importante a la hora de abordar un tratamiento o en general para manejar cualquier tipo de intervención. Pueden ser cuatro:
  1. NO OK - NO OK
  2. NO OK - OK
  3. OK - NO OK
  4. OK - OK
Lo explico:

1. NO OK - NO OK: Yo no estoy bien y tú tampoco lo estás. Es una postura ante la vida pesimista, derrotista, que la persona percibe en sí misma y en los demás. Ejemplos: "Todo es un desastre", "estamos abocados al fracaso", "el mundo va camino de su destrucción", "todos moriremos", "somos todos unos ingenuos y unos desgraciados" o "estoy enfermo y tengo problemas, y usted no puede ayudarme, no puede hacer nada por mi, no funcionará, es inútil"

2. NO OK - OK: Yo no estoy bien pero tú si lo estás. Es una postura que denota baja autoestima, que la persona percibe en sí misma y sesga sobre los demás, con quienes se compara. Ejemplos: "yo soy tonto y tú eres listo", "a mí todo me sale mal y a los demás les sale bien", "soy un inútil", "sólo me pasa a mí", "yo estoy enfermo, usted me curará, porque yo no sé y usted sí sabe"

3. OK - NO OK: Yo estoy bien y tú no lo estás. En personas de marcado narcisismo o histrionismo, o comunmente gente orgullosa, es la tendencia a atribuirse la razón o el buen hacer en contra de los demás. Ejemplos: "Yo tengo razón y tú no", "Lo sé mejor que tú", "Soy el mejor", "Me han suspendido el examen", "La culpa no es mía, es de (otro, los demás, el profesor, el gobierno, Dios...)" o "Esta terapia no sirve para nada porque yo sé lo que me conviene y no es esto, no me va a convencer"

4. OK - OK: Yo estoy bien y tú también lo estás. La más sana de las posturas puesto que se trata de una percepción positiva sobre sí mismo y sobre los demás. Eemplos: "Somos buenas personas", "Me alegro de estar contigo", "Ayudémonos", "Usted no es mejor que yo ni yo soy mejor que usted", "Participemos del tratamiento lo mejor que podamos, sabiendo que confío en usted como buen profesional y usted confía en mí como buen paciente".

Estas cuatro posturas existenciales están descritas por el Análisis Transaccional, y en la práctica clínica resultan útiles para el manejo de la relación terapéutica. ¿Cómo? Identificar estas posturas en el paciente nos permite:
  • Conocer el posible riesgo de boicot del tratamiento. Los tres primeros pacientes (NO OK- NO OK, NO OK-OK y OK-NO OK) pueden boicotearlo, especialmente el primero y el tercero, es decir, descalificar la terapia, abandonar, rendirse fácilmente, no participar o violar el contrato terapéutico.
  • Saber la necesidad de motivación que hemos de trabajar con el paciente. Un paciente OK - OK es más colaborador y optimista que uno NO OK - OK, por ejemplo.
  • Como terapeutas ocupacionales es un dato valioso acerca de su desempeño y de su relación con el entorno, por ejemplo. Ciertas actitudes relacionadas con estas posturas vitales pueden ser determinantes en el desempeño ocupacional (desde AVD hasta la interacción con el entorno). Además, quienes trabajemos la volición encontraremos en este aspecto una potente herramienta terapéutica.
  • Por último, de momento, comentar que nosotros mismos -como todo el mundo- adoptamos uan de estas posiciones. Hagamos introspección y valoremos qué actitud tenemos. Evitar especialmente OK - NO OK, es decir: "Yo soy el terapeuta y tengo razón", "Yo soy terapeuta y usted paciente, así que seguirá mi indicación y punto" o lo peor: "Usted es el enfermo, no yo". SIEMPRE, POR FAVOR, adoptar una postura OK - OK. Por muy irritante que sea el paciente no hemos de dejarnos llevar por ese juego, sino sintomatizarlo y adoptar una postura en la que ambos tengamos un valor positivo: "Yo estoy bien y usted también. Yo soy terapeuta y voy a ayudarlo. Usted tiene un problema, así que entre usted y yo trataremos de buscar soluciones. Yo soy importante en este tratamiento, al igual que usted lo es. No podemos avanzar el uno sin el otro. "
Suficiente por hoy. Espero comentarios. Hasta pronto!

domingo, 18 de enero de 2009

Bienvenidos

Hola a todos.

He aquí una nueva presentación digital, fruto de mis inquietudes personales y profesionales relacionadas con mi ámbito de trabajo, que no es otro que Terapia Ocupacional en Salud Mental.

Tengo la suerte de poder trabajar en lo que me gusta. La Salud mental es un mundo fascinante, y muy comprometido. Me gustaría poder aportar material útil para que otros profesionales interesados puedan ser partícipes de mi experiencia, y de esta forma espero ayudarlos, o facilitar su trabajo.

En un mundo donede la información cada vez se privatiza más (como casi todo), yo abogo justo por lo contrario: compartir la información eliminará más barreras, colocará a la ciencia al alcance de todos y facilitará nuestro trabajo.

Desde aquí también mando un saludo y mucho apoyo a todos aquellos profesionales -sobre todo Terapeutas Ocupacionales- que trabajan en Salud Mental. Ánimo, porque es un campo de trabajo denso y complejo, pero que requiere una intervención terapéutica muy humana, lo que hace que sea muy gratificante.

José V. García
Terapeuta Ocupacional
ICPR Madrid